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Nos gustaría creer en Leonel Fernández

Hugo Chávez y el arte de gobernar. La autoridad del presidente Hugo Chávez no se ha desplomado, tal y como expresara el doctor Leonel Fernández, y le ha correspondido al propio Chávez determinar su destino y el futuro de su pueblo, y hasta el futuro del Dr. Fernández...

Nos vamos a permitir analizar un artículo que Leonel Fernández escribió bajo el título “Hugo Chávez y el arte de gobernar”, en fecha 25 de febrero del 2002, y que fue incluido en su libro “Nuevo Paradigma”, página 117, 2da Edición, Editora Centenario, 2004.

Existen informaciones que pueden extraerse del mismo que muy bien podrían revertirse en contra del autor. A párrafos completos se les pueden hacer pequeños cambios, o simplemente un cambio de nombre (Leonel Fernández por el de Hugo Chávez), para observar lo que sucede cuando se hacen análisis tan comprometidos como los realizados por el Dr. Fernández acerca de un jefe de Estado que le permitió jugar un importante papel en la solución al conflicto entre los Estados ecuatoriano y colombiano, mientras se celebraba en Santo Domingo la XX Cumbre del Grupo de Río, presidida la misma por la delegación de la República Dominicana. Transcribimos aquellos párrafos del artículo, que se ajustan a lo planteado, tal y como salieron de sus manos. En el camino iremos analizando sus palabras.

(…)
(LF) Para los venezolanos, su situación de crisis económica y falta de credibilidad en las instituciones democráticas estaba asociada a la incompetencia y presunta corrupción de Acción Democrática y COPEI, los dos partidos que desde la firma del Pacto de Punto Fijo, en 1958, habían controlado la escena política nacional.
“Para los dominicanos, su situación de crisis económica y falta de credibilidad en las instituciones democráticas estaba asociada a la incompetencia y presunta corrupción del Partido Reformista (PR) y del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), los dos partidos que desde la muerte de Trujillo, en mayo de 1961, habían controlado la escena política nacional”.
(LF) Al llegar al Palacio de Miraflores, a principios de 1999, el gran desafío del presidente Chávez consistía en cómo transformar el rechazo hacia ese pasado por parte de los venezolanos en una esperanza de futuro.
“Al llegar al Palacio Nacional, en agosto de 1996, el gran desafío del presidente Fernández consistía en cómo transformar el rechazo hacia ese pasado por parte de los dominicanos en una esperanza de futuro”.

(…)
(LF) Hugo Chávez se había convertido en la negación del pasado y en la esperanza de los pobres de Venezuela para salir de su estado de miseria y desaliento (negritas e itálicas mías, nh).
¡Qué diferencia con Leonel Fernández, que no supo negar las malas prácticas del pasado por parte de los gobiernos de los Partidos Reformista y Revolucionario Dominicano! (Enriquecimiento ilícito de funcionarios, tráfico de influencias, tráfico de drogas, arrogancia y prepotencia desde el poder, ejercicio nebuloso del gobierno, compra de conciencia en todos los niveles y actividades de la sociedad, incursión de militares en campaña proselitista, soborno a la oposición, desprecio por las instituciones establecidas, violación constante a la Constitución, etc.).
(LF) La gran interrogante, sin embargo, es la siguiente: ¿Cómo, habiendo concitado tanto apoyo en la sociedad venezolana y habiendo concentrado, de manera institucional, tanto poder, a Hugo Chávez, en estos momentos, el poder se le esfuma de las manos?
El doctor Leonel Fernández escribió este artículo el 25 de febrero del 2002, o sea, hace 6 años y 18 días –al 14 de marzo del 2008, fecha en la que hacemos esta reflexión- y Hugo Chávez aún retiene el poder, 2209 días después de tan temerario juicio. La forma de ser del doctor Fernández como persona y como gobernante, sin compromisos con las eternas reivindicaciones económicas, sociales y políticas, indiferente ante el "empobrecimiento de los pobres" y el "enriquecimiento de los ricos", tímido ante los atropellos a la soberanía nacional, silente frente a la depredación del Estado, tolerante ante la compra de conciencias y patrocinador del uso de los dineros del Estado para el pago a la militancia que lo sustenta y a una prensa desalmada, le ha llevado a creerse que su forma de pensar, y por tanto de actuar, debe ser paradigma a seguir por otros que ejercen posiciones de liderazgo y que combaten todos estos “atributos”… ¡y esto sí que es peligroso!

Considerarse “el mejor”, sin abrir un abanico de posibilidades en otros temperamentos, es el primer paso hacia el uni personalismo. De ahí su proyecto reeleccionista, con lo que antepone “superioridad”, egoísmo y unilateralismo al desarrollo de otras corrientes con posibilidades de éxito. Cuando esto se hace repetitivo se cae en la fatuidad y, al mismo tiempo, se crea el caldo de cultivo para el culto a la personalidad.

Hemos escuchado, después de culminada la Cumbre del Grupo de Río, y por boca de dominicanos desenfrenados, propiciadores de ejercicios autoritarios del poder, que es el mejor presidente del mundo, que es el presidente del milenio y otras alabanzas que solo tienden a fomentar el culto a la personalidad, extremadamente peligroso, sobre todo, cuando el recipiente de las mismas es sordo a otras vertientes de opinión, está en proceso de congraciarse con el poder por cuatro años más y, en cierta medida, prescinde de una parte del ordenamiento jurídico para ejercer su autoridad, acción que parece heredar de su progenitor político, el doctor Joaquín Balaguer, quien expresara que la Constitución no era más que un pedazo de papel, palabrería que pone en ejecución el Dr. Fernández al imponer su autoridad violando legislaciones vigentes (como la Constitución, por ejemplo, tal como sucedió al embarcarse en un préstamo por 130 millones de dólares sin el aval del Congreso y tener la osadía de reunir a la prensa para decirle que tal acción no se había realizado. ¡Vaya prensa dominicana! Su comportamiento ante tal desafuero ha sido el silencio y la complicidad. No hubo tal osadía, más bien hubo teatro para entretener a una población ignorante, irresponsable y olvidadiza).

Queremos mostrarle unos señalamientos hechos por un periodista peledeísta, que combatió a Leonel Fernández en el proceso interno, supuestamente con una posición contraria a la reelección (?) y que ahora lo idolatra como un servil cualquiera. Vean estas palabras: "Exceptuando a México, Brasil y Chile, que hubiesen sido anfitriones propicios, ningún otro país más apropiado que la República Dominicana para que la XX Cumbre de Presidentes del Grupo de Río, se constituyera en el escenario de la paz, porque si bien es cierto que tiene atada su supervivencia económica a la sobre generosa política petrolera de Hugo Chávez, tradicionalmente no ha sido un país incondicional de nadie".

Tradicionalmente no ha sido un país incondicional de nadie". ¿De dónde saca este filósofo de la mediocridad semejantes palabras? Su candidato reeleccionista ha sido tan incondicional de los Estados Unidos que permite que tropas norteamericanas se asienten en territorio dominicano y hagan cualquier travesura. Su presidente reeleccionista firmó un acuerdo mediante el cual quedaban exonerados de culpa los soldados norteamericanos que cometieran delitos o crímenes en el país, "como un gesto de buena voluntad, amistad y cariño del Gobierno dominicano hacia el de los Estados Unidos”. ¡Cuánta benevolencia con los que nos invadieron en dos ocasiones en el siglo XX, atropellando la patria y la soberanía nacional! ¡Qué buenos juicios emite este "genio monumental" del periodismo dominicano! ¡Cuánta imparcialidad!

"Varios de los mandatarios que concurrieron a esta cumbre deben su presencia en el poder a los financiamientos de Venezuela y ni siquiera disimulan una mínima independencia", sigue escribiendo nuestro "versado" periodista, tan indigno e irresponsable que no se le ocurre escribir que varios de los mandatarios que concurrieron a esta cumbre, y a todas las demás cumbres, deben su presencia a los financiamientos de Estados Unidos, incluyendo el suyo, quien debe haberle proporcionado algunos patrocinios provenientes de las instituciones estatales. Su razonamiento es tan infantil que solo puede señalar los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina como los financiados por Venezuela, cuatro de más de veinte gobiernos presentes o representados en la cumbre. Sigamos con nuestro análisis y no dediquemos un minuto más a las mediocridades individuales, sino a las colectivas que soportan el nuevo tipo de gobierno que se gesta en la República Dominicana.

La dictadura, así como suena, sin apellidos, la conocemos desde hace miles de años; la dictadura del proletariado la conocemos por Carlos Marx desde mediados del siglo XIX; la dictadura con respaldo popular la conocemos por Juan Bosch desde 1969 y, a partir de este momento, comenzamos a conocer el proceso de gestación para un nuevo tipo de dictadura.

¡Ironías de la vida!, fue Leonel Fernández quien realizó el prólogo a la 4ta Edición, 1991, Editora Alfa y Omega, de esa formidable obra del fundador del PLD y, entre las palabras que utilizó para llenar ese espacio aparentemente imprescindible en la edición de un libro, se cuentan las que transcribimos a continuación: “Al cabo de algo más de dos décadas de haber visto la luz por vez primera, la tesis de la Dictadura con Respaldo Popular conserva una vigencia inusual, aunque desafortunadamente esa vigencia le venga proporcionada por la tragedia que sufren los pueblos de América Latina", y fue Hugo Chávez, figura clave sobre quien el Dr. Fernández realizara su juicio político, quien puso en ejecución el tipo de gobierno que el profesor Juan Bosch, fundador del PLD, elaboró frente a situaciones como las que el propio Fernández describe: "Para los venezolanos, su situación de crisis económica y falta de credibilidad en las instituciones democráticas estaba asociada a la incompetencia y presunta corrupción de Acción Democrática y COPEI, los dos partidos que desde la firma del Pacto de Punto Fijo, en 1958, habían controlado la escena política nacional". Hay que agregar otro señalamiento, ya incluido, fundamento de la Dictadura con Respaldo Popular, que refuerza la ejecución del proyecto político concebido por Bosch: "Hugo Chávez se había convertido en la negación del pasado y en la esperanza de los pobres de Venezuela para salir de su estado de miseria y desaliento".

En la nueva dictadura la prensa escribe y habla lo que interesa al gobernante y a la clase oligárquica que este representa, y todo está en perfecta armonía pues estructuralmente es remunerada por el gobierno mediante el uso de los dineros del Estado, que no son más que los dineros del pueblo dominicano; la justicia esta subordinada a la preponderancia del ejecutivo, cuyas palabras se anticipan como ordenes frente a la emisión de sentencias legales; el Congreso funciona mediante la compra –como regla general no escrita- de los legisladores; la cultura está supeditada a la obtención de una “yipeta”, instrumento de transportación común y corriente que en la República Dominicana se constituye en el más preciado artículo a alcanzar, y que aparentemente define como "seres humanos" a los dominicanos.

La “clase alta” instruye a sus hijos en el juego de fútbol, creando una aureola de grandeza con un deporte que no es parte de nuestra cultura y que reúne, en los países donde es deporte nacional, como lo es el béisbol en el nuestro, a los jóvenes provenientes de la “clase baja” de la sociedad (lo que es considerado un deporte de “la chusma” en los países que tienen al fútbol como deporte originario y principal, en el nuestro es un deporte de la “élite” –palabras entre comillas extraídas de manifestaciones de la misma oligarquía, que no compartimos y que se utilizan al margen de las conceptualizaciones boschistas que hemos asimilado-).

La ignorancia y la mediocridad sobresalen por encima del intelecto y la capacidad, por lo que muchos prefieren adjudicar palabras extraordinarias a cada alocución del mandatario sin el debido conocimiento de lo que dice y sin el debido proceso de fiscalización, lo que le permite acentuar el número de promesas incumplidas. Este nuevo ejercicio de gobierno permanente, de fuerza dominante y de violación constante al orden institucional, sin el uso del aparato represivo del Estado -siempre que no sea necesario-, nace bajo el esquema de una "DICTADURA CONSTRUIDA POR LA MISERIA HUMANA, POR LA IGNORANCIA Y POR LA MEDIOCRIDAD".

(…)
(LF) Lo que ha estado ocurriendo en Venezuela es que a medida que el gobierno del presidente Hugo Chávez se desgasta, como se desgastan todos los gobiernos, debido a la imposibilidad material de poder satisfacer el conjunto de reclamos de la población, los distintos sectores confrontados han ido, gradualmente, acumulando fuerzas, y en estos momentos, en que incluso la economía se encuentra en una situación de declive y se aplican medidas de ajuste, se sienten con suficiente poder como para desafiar al gobierno.
"Lo que ha estado ocurriendo en la República Dominicana es que a medida que el gobierno del presidente Leonel Fernández se desgasta, como se desgastan todos los gobiernos, debido a la imposibilidad material de poder satisfacer el conjunto de reclamos de la población, los distintos sectores confrontados han ido, gradualmente, acumulando fuerzas, y en estos momentos, en que incluso la economía se encuentra en una situación de declive y se aplican medidas de ajuste, se sienten con suficiente poder como para desafiar al gobierno".

Como se desgastan todos los gobiernos y, ¿por qué el gobierno de Leonel Fernández no se desgasta? ¿Qué lo hace excluyente de sus propias palabras? Llegan a nuestra mente aquellas extraordinarias palabras de Danilo Medina “…el Estado me derrotó”, el mismo Estado que hoy le sirve al Dr. Fernández para “doblegar” líderes y militancia reformista, el mismo Estado que tiene en sus nóminas la militancia del Partido de la Liberación Dominicana, cobrando sueldos por fungir como activistas políticos del PLD, exactamente lo mismo que hacían los partidos Reformista y Revolucionario Dominicano, sobre lo que Juan Bosch decía: "Un partido como el PLD no puede faltarse el respeto a sí mismo cayendo en actividades populistas porque con esas actitudes se le abre paso hacia las entrañas de nuestra posición ideológica al peor enemigo que podemos tener, el que nos puede derrotar desde adentro de nosotros mismos convirtiéndonos, sin que nos demos cuenta de ello, en otro PRD o en otro PR; y el día que eso sucediera tendríamos que interrogarnos diciéndonos ¿por y para qué, pues, salimos del PRD, si ahora nos convertimos en lo que él es?”. Paradojas de la vida, y no casuales… paradojas con nombre y apellido.

Las elocuentes palabras de Danilo Medina, aquel día de mayo del 2007, son la clave para la puesta en vigor de la dictadura construida por la miseria humana, por la ignorancia y por la mediocridad... "El Estado me derrotó". Leonel Fernández administra el Estado comprando la fiscalización, sobornando la miseria viviente del país, cerrando las alternativas, contabilizando las vertientes en su contra, disponiendo de miles de millones que se agencia con el injusto sistema tributario y el envío extraordinario de remesas por los dominicanos del exterior, con la determinación de superar en el ejercicio del poder al más extraordinario tramposo que ha dado la República Dominicana, Joaquín Balaguer, a quien emula con sus mismas mañas, ejecutando en la misma medida que lo hacía tan intolerante figura y con un grado significativo de desprecio por vertientes paralelas de opinión.

Su estrategia es diferente de la que se plantea en una dictadura convencional, en la que el poder coercitivo del Estado doblega las voluntades; ahora las voluntades se doblegan mediante el soborno y la compra de las miserias humanas que conforman nuestra ignorante sociedad, repleta de necesidades y falta de oportunidades. El concepto es muy parecido al implementado por los Estados Unidos con sus conocidas "ayudas" a los países dependientes, salvo contadas excepciones; las presiones económicas que se ejercen con las prebendas y las ayudas, y todo cuanto pueda ser usado con el supuesto fin de intentar paliar crisis económicas, hambrunas, calamidades y necesidades, solo persiguen doblegar voluntades, con lo que se convierten en fórmulas de reemplazo a las ocupaciones militares que se daban antes de 1980. Es por eso por lo que hablábamos de la no utilización de los aparatos represivos del Estado.

(…)
(LF) No se puede retener el poder del Estado en lucha permanente contra estas instituciones de la sociedad. Quien así lo hiciese verá su autoridad desplomarse. Corresponderá a Hugo Chávez, en esta hora crucial para Venezuela, determinar su propio destino y el futuro de su pueblo.
Seis años y 18 días -2209 días- han transcurrido y Hugo Chávez aún retiene el poder, por lo que las palabras del Dr. Leonel Fernández cayeron en el vacío, como han caído muchas de las promesas que ha hecho al pueblo dominicano por medio de sus arengas. El plan de austeridad que propuso, que solo ha mantenido en austeridad al pueblo mientras sus funcionarios ganan millones de pesos mensuales e invierten en publicidad más de 10 mil millones de pesos al año, y la reducción de la nómina pública en el extranjero, que se ha incrementado en forma tan extraordinaria que ha llegado a duplicar la que encontró en el 2004, son dos ejemplos muy elocuentes (República Dominicana posee una gigantesca delegación en la Organización de las Naciones Unidas, tal y como sucede en la Organización de Estados Americanos y, también, en las embajadas y/o consulados en Washington, Nueva York, Boston, Puerto Rico, Madrid, Caracas, etc.).

La autoridad del presidente Hugo Chávez no se ha desplomado, tal y como expresara el doctor Leonel Fernández, y le ha correspondido al propio Chávez determinar su destino y el futuro de su pueblo, y hasta el futuro del Dr. Fernández, pues las cartas que el mandatario venezolano puso en sus manos aquel histórico 7 de marzo del presente año le han proyectado como un hombre con excelentes cualidades conciliadoras, cualidades que no pudiese exhibir hoy si el presidente Chávez no le hubiese brindado en bandeja de plata la fórmula mágica.
(LF) En eso consiste el arte de gobernar.
En eso consiste el arte de gobernar para el pueblo... en eso consiste el arte de gobernar para los pobres.

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
14 de marzo del 2008