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Otro discurso para la historia

Leonel Fernández: "El transformista". Ha sido un discurso tan hermoso -para llevar al pueblo el mensaje que a él le interesa, y que no necesariamente representa toda la verdad-, que pareciera que hemos perdido la nacionalidad y hemos adquirido otra con los niveles de desarrollo de Suiza o de Suecia. Este discurso no puede ser acerca de la República Dominicana... tiene que ser, seguramente, acerca de uno de estos dos países

El transformista
De Hari Kunzru

"Una de las novelas que me cautivó por su fuerza narrativa, así como por su profundidad en el conocimiento del ser humano y sus distintas tomas de postura ante la vida, es El transformista, de Hari Kunzru, en la que el protagonista, atrapado, por nacimiento, entre dos culturas y dos formas de vivir distintas, emprende un viaje para encontrarse a sí mismo, en el que va adoptando diversos caracteres... hasta llegar al destino que él quiere encontrar".

"... Vemos al protagonista cómo, de una forma pícara, se mete en los distintos personajes y asume sus realidades... Será (un, nh) auténtico protagonista de muchas aventuras, brillantemente escritas... El autor de esta gran novela... es uno de los grandes escritores en el panorama literario inglés".

Las comillas expresan explícitamente que esas palabras no corresponden a nosotros, sino a los comentarios de un libro titulado El transformista, escrito por Hari Kunzru -Editorial Alfaguara-, y que aparecen en la página "Libros".

El título lo habíamos seleccionado debido a que en el artículo "¡E' pa'lante que vamo'!", que publicáramos el 20 de agosto del 2009, ya habíamos bautizado al presidente dominicano como "El ilusionista", y en la búsqueda de una imagen que se ajustara a la nueva proyección del mandatario -"El transformista"-, encontramos también esas palabras, que muy bien se ajustan a quien describe a la República Dominicana como la nueva Suiza del mundo.

Pudimos escuchar y ver al mandatario en un largo discurso, brillante por demás, donde no se dijo una sola mentira, pero sí se encubrieron muchas verdades, otras se dijeron a medias, y los escenarios se utilizaron a su antojo.

Veamos:
1.- Comparó la República Dominicana del 2011 con la del 1961, lo que necesariamente lo lleva a mostrar un crecimiento desproporcional.

2.- Realizó una extensa defensa para justificar la negativa al aumento del presupuesto en Educación a un 4% del Producto Interno Bruto (PIB), según se consigna por ley. Para su defensa, no mencionó en ningún momento el porcentaje prefijado, ni aludió que viola la ley al no hacer lo que esta le impone que haga.

Utilizó a Inglaterra, a Francia y a otros países altamente desarrollados, que destinan altos porcentajes de su PIB a la educación, para señalar comportamientos anómalos que se contraponen a la teoría de que "mejor preparado es aquel estudiante en el que se han invertido cuantiosos recursos". Se sirvió de referentes actuales que debaten el tema, pero no fue capaz de explicar que el comportamiento que comienzan a exhibir estos países se debe a un período cíclico que se manifiesta por el proceso natural de saturación, que en nada se parece a la realidad dominicana, en la que los analfabetos y analfabetos funcionales suman el 65% de la población.

Además, de ser cierta su aseveración, no tenía que ir tan lejos: los cuantiosos recursos que sus gobiernos han invertido en la Universidad Autónoma de Santo Domingo no han servido para evitar que la mediocridad sea el común denominador de los egresados de esta institución; pero, para la imagen que quiere formarse de sí mismo, es más conveniente el criterio de un profesional mediocre que la opinión de un estudiante aprovechado.

3.- Habló de una reducción significativa de la pobreza, lógicamente usando patrones de definición basados en unas referencias miserables (1 a 3 dólares/día), que sólo sirven para comer alimentos no nutritivos, y que marginan la educación, la salud, la vivienda y los servicios.

Si se suman los que tienen la Tarjeta Solidaridad (y los que reciben otros subsidios del gobierno) a los empleados públicos, se puede observar que el Estado dominicano va convirtiendo a sus ciudadanos en dependientes de lo que la administración del mismo le proporciona, reflejando la falta de una estructura productiva que elimine la dependencia.

Además, esta subordinación de casi la mitad de la población (si se incluyen todos los allegados de los "subsidiados"), le proporciona al gobernante la fuerza electoral suficiente para prolongarse en el poder el tiempo que sea necesario, y esa enérgica e ilustrada defensa de lo que ha sido este mandato le imprime a su discurso un sutil aire reeleccionista que necesariamente llevará a Leonel Fernández a ser el candidato del Partido de la Liberación Dominicana o, en su defecto, el candidato por el Partido Reformista.

Para reducir y acabar con la pobreza, consiguiendo el desarrollo sostenible de la sociedad, es necesario enfocarse en un criterio integral que permita la adquisición de alimentos, bienes y servicios de todos sus componentes, bajo el esquema de la productividad, la generación de riquezas y su controlada repartición. Todas las cifras citadas por el gobernante se anteponen al ser humano de carne y hueso, que es quien debe constituirse en el objetivo fundamental del desarrollo de la sociedad. Se necesita dejar de lado los números acomodados y establecer el reconocimiento de todo aquello que impida ganar la lucha contra la pobreza, para luego aplicar estrategias que superen los obstáculos que frenan el desarrollo del ser humano.

4.- Los planes de realización de obras son exactamente los mismos que esbozó en su discurso, ante el mismo escenario y las mismas personas, el 27 de febrero del 2010. Como el dominicano no lee, y olvida pronto, parecería -con tan magistral oratoria y pobre audiencia-, estar desarrollando nuevos proyectos.

5.- Desde 1996 ha venido diciéndole a los dominicanos que la solución a los problemas de la energía eléctrica está al doblar de la esquina, y la esquina no ha dado indicios de asomarse durante 15 largos años de recorrido, y mucho menos aparecerá con la instalación de motores diésel y turbinas de gas de 15, 20 y 25 Megavatios.

6.- Habló de la austeridad del gobierno durante los seis meses últimos del 2010, pero no fue capaz de referirse al uso de los fondos públicos durante los primeros seis meses de ese mismo año en la campaña política que llevó a su partido a obtener prácticamente la totalidad de los senadores y una significativa mayoría entre los diputados y síndicos.

"Puedo afirmar sin lugar a equívocos, que en ningún momento de la historia financiera de la República Dominicana se había hecho un recorte del gasto público de manera tan severa y de esa magnitud, como el que realizó la actual Administración, con tal de mantener la estabilidad de la economía nacional", dijo, sin el menor respeto a la realidad de los gobiernos de Juan Bosch Y Joaquín Balaguer (si el argumento es que uno gobernó muy poco -siete meses-, entonces el otro lo compensó con sus 22 años al frente de la administración pública -desde la caída de la dictadura, referencia que usó para elaborar sus deslumbrantes estadísticas-).

7.- La nueva modalidad de enfocar la deuda externa como un porcentaje del PIB le ha permitido expresar que es inferior a la de años anteriores, y tiene mucha razón pues el monto del endeudamiento tiende a ser menor que el crecimiento del Producto Interno Bruto. Por tal motivo, el porcentaje que se desprende de la razón de la deuda al PIB siempre bajará o, en el peor de los casos, se mantendrá en los mismos niveles. ¡Cuánta destreza manejando la opinión pública de un país en el que la Prensa está, en su totalidad, al servicio del gobierno, salvo los excepcionales casos de cinco o seis periodistas que arriesgan sus vidas en aras de un país mejor conducido y mejor informado!

8.- Se reafirmó en las palabras que dijo en el discurso del 27 de febrero pasado -"En la República Dominicana nadie va a desafiar a la justicia; nadie va a burlarse de la ley; nadie va a retar el Estado Democrático de Derecho; podríamos tardar más o menos tiempo, pero sólo habría un final: detener a los criminales, llevarlos ante la justicia y hacerlos cumplir su condena"- para explicar que "los integrantes de esa red de narcotráfico internacional se encuentran detenidos, tanto en la República Dominicana como en el exterior"... Pareciera que el problema de las drogas se ha acabado en la República Dominicana; el apresamiento de Figueroa Agosto (por autoridades norteamericanas y boricuas, no dominicanas) le fue expuesto al país como si este fuera el único capo del narcotráfico en suelo dominicano, faltando a la verdad a un pueblo que vive secuestrado por los crímenes y el terror.

9.- Habló de las leyes, las instituciones y los planes que funcionan en la República Dominicana para combatir la corrupción. Son tantos los mecanismos implementados que se pudiese pensar que nadie osaría sustraer un centavo del erario... y, ¡tremenda paradoja!: ¡somos el país más corrupto del mundo!

Condicionando el pensamiento a que pudiese dejar de lado el proyecto reeleccionista, llegamos a pensar que se implementarían medidas para auditar los bienes y propiedades de los que en la actualidad ocupan posiciones públicas, pero demostró con su hermoso lenguaje que no tiene la más mínima intención de apresar a los ladrones que tiene en el gobierno saqueando los dineros del pueblo dominicano: y esto por una razón muy simple para quien conoce el proceso de acumulación originaria que la historia recoge: esos ladrones son los que sustraen los recursos del Estado para financiar la campaña que se avecina para la contienda del 2012.

10.- Ha sido un discurso tan hermoso, tan cuidadosamente preparado, tan bien estructurado -para llevar al pueblo el mensaje que a él le interesa, y que no necesariamente representa toda la verdad-, que pareciera que hemos perdido la nacionalidad y hemos adquirido otra con los niveles de desarrollo de Suiza o de Suecia. Este discurso no puede ser acerca de la República Dominicana... tiene que ser, seguramente, acerca de uno de estos dos países.

11.- Y bajo cualquier circunstancia... ¡E´ Palante' que vamo'!... Más claro, ni la compañía telefónica.
Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
27 de febrero del 2011