España, entre la espada y la pared
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No hay que ser adivino para saber la respuesta: los parados serían muchísimos más que los actuales; la salud y la educación hubiesen recibido duros golpes con los recortes que hubiese implementado la derecha; las pensiones estarían en este momento severamente afectadas; y los derechos conquistados por el pueblo español, durante el ejercicio del poder por parte de los socialistas, entrarían en una etapa de desconocimiento que mantendría en zozobra a toda la sociedad.
Si hubiese estado gobernando Mariano Rajoy, o cualquier otro líder popular, se podría asegurar que las medidas implementadas serían peores; ¿o acaso la derecha ha favorecido alguna vez mejores condiciones de vida y de trabajo para los obreros españoles? ¿Defiende la derecha el salario justo de los obreros, su salud y otras conquistas logradas bajo administraciones socialistas, o defiende los intereses de la burguesía y la oligarquía financiera?
Solo horas faltan para la crucial decisión del pueblo español, pero estas deben servir a los socialistas, y a toda la izquierda, para hacer una reflexión seria sobre lo que estamos analizando, por dos razones de mucho peso: la primera, que atañe a una visión interna sobre lo que más conviene, y, la segunda, revestida de vital importancia, que pone en juego la cuarta economía de la Zona Euro. ¿Conviene aumentar el poder político de la derecha en Europa? ¿Entienden los españoles, sobre todo los de avanzada, lo que significa sumar ultraderecha a los genocidas norteamericanos y sus aliados -los franceses y los británicos-?
Toda la izquierda española debe marchar decidida -actuando con inteligencia, sin rencores y con mucha madurez- hacia esta consulta, y emitir un mar de votos a favor de Alfredo Pérez Rubalcaba y el PSOE.
No solo está en juego el futuro de España; está en juego, además, el futuro inmediato de la paz mundial.
Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
17 de noviembre de 2011