Usamos cookies para brindar un mejor servicio. OK Más información

Combustibles, deuda externa y PIB: recursos de Leonel para lo mal hecho

Incremento del PIB y deuda externa. El gobierno se ensaña en exprimir el disminuido presupuesto de la familia dominicana para continuar endeudando el país en niveles comprometedores por medio del resultado porcentual de las obligaciones contraídas/PIB, modalidad que justifica el teórico que gobierna porque siempre se verá menor la deuda cuando se contrasta con el Producto Interno Bruto que cuando se presenta cruda y sin adornos

«Acento.com.do» editorializó, el 4 de junio de 2012, sobre los combustibles y la forma en la que el gobierno, irrespetando una ley creada para establecer los precios de los mismos, violenta la institucionalidad en detrimento de “los bolsillos de todos los ciudadanos… del país”.

En esencia, el editorial señala que “la ley de hidrocarburos ha estado vigente…, y pese a los acuerdos beneficiosos firmados por el Estado Dominicano con Venezuela, para ser favorecido con un crédito blando a través de Petrocaribe…, los precios internos de los combustibles se manejan en forma medalaganaria”.

Más adelante, aborda cómo el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), las semanas previas a las elecciones presidenciales, mantuvo inalterable la venta de los combustibles, “pese a los bruscos cambios que se produjeron en los precios del barril de petróleo en los mercados internacionales”. I

Siendo más específico, el editorial alude el precio que alcanzó el barril de petróleo el 1 de junio ($83.23 dólares), señalando que es “uno de… los más bajos en los últimos meses, y las autoridades (que están obligadas a transferir esa reducción a la venta de los derivados, nh), dejaron los precios… de los combustibles como si… estuvieran comprando por encima de los 100 dólares el barril”.

El editorial de «Acento.com.do» concluye preguntándose: “¿Hasta cuándo las leyes serán sólo un pedazo de papel, que cualquiera pueda violarla sin ninguna consecuencia?”.

Para que esta certera y responsable pregunta pueda ser contestada por alguno de los imbéciles ministros (¡el latín nos explica por qué cualquier imbécil puede ser ministro pero no maestro!), o pueda ser formulada por cualquier hijo de vecino de los que entregan su sangre en cada galón de combustible comprado, mostraremos números muy cercanos a la realidad que demuestran cómo el gobierno le roba al pueblo para engrosar riquezas contaminadas, o para satisfacer caprichos de politiquería barata en un gobernante que ha convertido la República Dominicana en un basurero moral.

WTI son las siglas de “West Texas Intermediate”, que en la actualidad es el promedio “más aceptado para conocer el precio de referencia mundial del barril de petróleo” (como este artículo está escrito para todo público, no necesariamente para expertos, dejaremos de lado toda consideración técnica que pueda crear confusión en el lector y que no sea factor importante en la obtención de los números finales).

Del 7 de enero al 16 de marzo del 2012, durante diez semanas exactas, el gobierno reguló los precios de acuerdo con la ley 112-00, conocida como Ley de Hidrocarburos, y que «Acento.com.do» especifica como la que ha sido violada sistemáticamente de acuerdo con los intereses… ¿de quién?

Del 17 de marzo al 25 de mayo, las diez semanas siguientes, los precios de los combustibles permanecieron sin cambios; pero no piense el lector que por ser así el gobierno favoreció a los consumidores o hizo algún sacrificio a favor del pueblo. Todo lo contrario: el gobierno, fungiendo como una empresa privada, con características propias de cualquier consorcio multinacional, se ahorró cerca de tres millones de dólares y, además, obtuvo ingresos sustanciales por el expendio de los combustibles, muy por encima de los registrados las diez semanas anteriores, en las que el barril de petróleo se mantuvo en alza.

Previo a confrontar los comportamientos entre un período y otro, debemos insertar datos que se hacen necesarios para comprender cómo el gobierno se ensaña en exprimir el disminuido presupuesto de la familia dominicana para, de manera ilegal e inhumana, continuar endeudando el país en niveles comprometedores, por medio del resultado porcentual de las obligaciones contraídas/PIB, modalidad que justifica el teórico al frente de la nación, porque siempre se verá menor la deuda cuando se contrasta con el Producto Interno Bruto que cuando se presenta cruda y sin adornos.

Del 2000 al 2004, período de gobierno que correspondió al PRD, los peledeístas satanizaron el incremento de la deuda externa usando como principal argumento la magnitud de la misma.

Inmediatamente regresa al poder el PLD, en agosto del 2004, Leonel Fernández, Temístocles Montás y Héctor Valdez Albizu, que durante el receso que proporcionó el cuatrienio fuera del gobierno habían aprendido que la deuda externa cuando se compara con el PIB se presenta ante el ciudadano común como un número abstracto con el que no puede medir la verdadera magnitud de la misma, han utilizado una estadística inventada por instituciones financieras al servicio del capitalismo salvaje -cuyas riquezas se fundamentan en la venta de recursos económicos a plazos comprometedores y elevados intereses a los países miembros- para tomar el dinero prestado con el que han convertido a Santo Domingo en el “Nueva York Chiquito”; a Félix Bautista y sus socios del Comité Político en el grupo de cuatreros (expresión muy usada por un querido, respetado y admirado amigo, integrante de ese organismo peledeísta, la mayoría de las veces que alude al partido que parece encaminarse a ser el padre de todas las "desorganizaciones" políticas del sistema) con mayores recursos económicos en la República Dominicana; las elecciones en un basurero recolector de cédulas, acción que en su momento fue denunciada ante la opinión pública internacional por los ejecutores de hoy y que impide la emisión libérrima del voto; y al país en una pocilga en la que brillan por su ausencia el respeto, la moral, la ética y las instituciones, llevándolo al nivel de degradación más bajo en toda su historia.

Según el Instituto Americano de Petróleo (API), un barril de petróleo produce: 19.4 galones de gasolina; 9.7 galones de fuel oil (gasoil); 1.9 galones de GLP (Gas Licuado de Petróleo) y 13.6 galones de otros derivados (combustible para avión, kerosene, lubricantes, etc.).

La importación total de petróleo para el año 2012 cerrará cerca de los 10 millones de barriles (9,921,690), equivalentes a 192,480,786 galones de gasolina, de los cuales 57,744,236 corresponden al tipo Premium y 134,736,550 al tipo Regular; 96,240,393 galones de gasoil; y una gran cantidad de derivados de menor consumo que necesariamente incrementarán los ingresos en las arcas del Estado.

Para los períodos de comparación (10 semanas del 7 de enero al 16 de marzo, y 10 semanas del 17 de marzo al 25 de mayo), el gobierno tendrá que pagar $195,635,501.82 dólares por la compra de petróleo durante el primer ciclo y $192,658,632.63 dólares por la compra en las últimas 10 semanas, lo que representa un ahorro de casi tres millones de dólares (US$2,976,869.19, equivalentes a $118,181,706.84 pesos).

Ahora, el gran negocio de la corporación llamada 'Comité Político del PLD' está en la venta de los derivados, que para el presente trabajo están limitados a la gasolina (Regular y Premium) y al gasoil.

Las ventas alcanzaron, con respecto a la gasolina Premium, en las primeras diez semanas, la cantidad de RD$2,496,549,825.49, contra RD$2,552,961,502.00 que reporta el período siguiente, lo que otorga una diferencia a favor del gobierno de $56,411,676.51 pesos, cantidad a sumar al porcentaje establecido para el pago de la deuda externa, que es mayor en virtud de la constante disminución del precio del barril de petróleo, parámetro fundamental en la fórmula creada por los ingenuos y mal intencionados perredeístas.

Por su parte, la gasolina Regular reportó, durante las primeras diez semanas, ventas por RD$5,404,749,424.27; y RD$5,539,745,083.22 en el segundo período, o sea, una significativa diferencia a favor del “Comité Político Gubernamental” de $134,995,658.95 pesos, cantidad que también se ve incrementada por la misma razón.

El gasoil, tercer y último producto en consideración, tuvo ventas por RD$3,606,423,650.00 durante el primer ciclo, contra RD$3,690,448,916.19 durante el siguiente período, por lo que la diferencia a favor asciende a $84,025,266.20 pesos, cifra que hay que sumar al aumento neto del porcentaje destinado al pago de la deuda.

Mientras el pueblo languidece por el hambre, la falta de educación y las deficiencias en el sistema de salud… mientras desaparece todo indicio de moralidad y ética en el ejercicio del poder, Leonel Fernández, en campaña personal y permanente para el 2016 –arrogándose ridículamente méritos exclusivos de Danilo Medina-, empeña el país llevando la deuda externa a niveles preocupantes (incluso si se compara con el Producto Interno Bruto), con la única finalidad de asegurar ilícitamente capital político.

La suma de las diferencias en los dos períodos de comparación alcanza los $275,432,601.66 pesos a favor del gobierno... ejemplo típico de lo que el pueblo conoce como "un negocio redondo", imposible de ser emulado, en tan corto tiempo, por capital privado.

Si se suman a esta cantidad los beneficios que generan los demás derivados, el porcentaje normal establecido en la fórmula para el pago de la deuda externa y algún otro porcentaje oculto que se derive de la misma -típico de una sociedad en la que el gobierno funciona de espaldas al pueblo-, es de esperar que los millones disponibles para el “Comité Político Gubernamental” continuarán elevando la cartera de préstamos en un ciclo interminable (un círculo vicioso... "un enredo llamado recursión infinita") que funciona de la siguiente manera: el gobierno toma prestados miles de millones de dólares para “redondear” el presupuesto; de este, destina la mayor cantidad de recursos a la construcción de obras que produzcan retroalimentación de carácter político, a la que se suma una gran cantidad de recursos económicos provenientes del diferencial en los precios de los combustibles; esa inyección de miles de millones de dólares provenientes de préstamos eleva, con la inserción en la economía de bienes y servicios frescos, el Producto Interno Bruto; al subir el PIB disminuye el porcentaje de compromiso (relación deuda/PIB -abstracta para la mayoría de los dominicanos-) y se hace “imprescindible” redondear el nuevo presupuesto concertando más préstamos... comprometiendo la soberanía y el futuro, incluso, de los que aún no han nacido.

Esta "deuda pública de carácter perpetuo", contraída por Leonel Fernández y su camarilla, no terminará hasta que surja un gobierno comprometido con el pueblo, que dé prioridad a la educación y a la salud por encima de las construcciones suntuosas, y que enjuicie los actos de corrupción de las últimas administraciones sometiendo a la justicia, desde los gobernantes más encumbrados, hasta los invisibles y silenciosos mensajeros.

Se hace fácil entender por qué el gobierno del conceptualizador no invierte en la educación, en la salud y en la sana recreación. No hablamos de la construcción de edificios que fungen como sostenedores del negocio político; hablamos de la formación de maestros, de entrenadores… de enfermeras. Hablamos de libros, computadoras, servicios sociales, técnicas de instrucción, educación continua, capacitación, educación especial… actividades que no tienen nada que ver con obras materiales y que, por tanto, no generan los desvíos de recursos suficientes para cubrir los falsos liderazgos o para consolidar la acumulación originaria, de la que el Estado, por el ejercicio inmoral que desde él se practica, se ha convertido en el principal sostenedor (sin temor a equivocarnos, esta debe ser la actividad mejor procesada -derivada de la contraposición a las prédicas de Juan Bosch- por la mayoría de los charlatanes e inmorales que conforman el más alto nivel de dirección del Partido de la Liberación Dominicana).

Lo analizado para un período de apenas diez semanas corresponde a una de las muchas actividades sucias en las que se ha visto envuelto este gobierno. Podrá el lector, con una proyección anual, conocer de dónde y cómo salen los dineros para la compra de cédulas, de emisoras, de iglesias, de curas, de obispos, de cardenales, de periodistas, de periódicos, de militares, de traficantes de droga, de jueces, de empresarios…

Estos genios de la simulación y de la maldad no pueden ser subestimados; en un futuro no muy lejano, con los eternos e irritantes problemas que caracterizan al mayor partido de oposición, no sería nada extraño verlos embarcarse en la proeza de comprar la conciencia del representante de Dios en la Tierra… y por qué no, ¡hasta la del mismo Dios!

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
13 de junio de 2012