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De Duarte a 1963: la revolución inconclusa

El ejercicio político es uno frontal. El señor Bosch Carcuro es un brillante joven dominicano, nieto de Juan Bosch, comprometido con las mejores causas del pueblo, por quien sentimos simpatías. Lo que más deseamos es su distanciamiento de esa entelequia política llamada Partido de la Liberación Dominicana

El 3 de octubre fuimos notificados por una amiga de la charla a impartir por Matías Bosch Carcuro, titulada “De Duarte a 1963: Revolución Inconclusa”, en el Anfiteatro de la Escuela de Medicina Dental, ubicado en el primer piso del Recinto de Ciencias Médicas, edificio principal del Centro Médico de Río Piedras. En apenas segundos, y de manera fortuita, una periodista dominicana, que escribe para un medio digital especializado en noticias para la diáspora, hizo pública la invitación, que copiamos y publicamos en nuestro portal de “Facebook”.

Ningún periodista de los que enjuician las gestiones gubernamentales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fue notificado; ningún medio de prensa o red social se había hecho eco de la charla hasta que la periodista mencionada lo hizo en el grupo “Comunicadores Dominicanos”. Es fácil observar que lo que perseguían los responsables del evento era limitar la asistencia exclusivamente a los peledeístas, en un plan preconcebido, alejado del conocimiento del invitado. Secuestrar al charlista ha sido norma y costumbre en las actividades que el PLD materializa en Puerto Rico.

Casi medio centenar de personas hicimos acto de presencia, entre las cuales contaban el cónsul de Mayagüez y toda su empleomanía (peledeístas pagados por el gobierno); el diputado de ultramar (peledeísta pagado por el gobierno); el cónsul de San Juan y su numerosa comitiva (peledeístas pagados por el gobierno); algo más de docena y media de puertorriqueños; dos, o quizás tres, peledeístas sin cargo, y el que narra esta actividad, quien devino como el único Juan del Pueblo en la charla, que estuvo matizada por arengas sobre las desigualdades sociales, la corrupción, la inmoralidad y demás desviaciones por las que atraviesa la sociedad dominicana (otras sociedades latinoamericanas fueron paraleladas), con expresiones de alto contenido revolucionario que nos remontaron a la primera mitad de la década de los setenta cuando estudiábamos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

La charla mostró un desarrollo dinámico. El disertador señaló, como principal fuente de los males de la sociedad, a la clase dominante, esa que “hace lo que conviene única y exclusivamente a sus intereses”. Cuando expresó que debe existir una sociedad en la que todos seamos beneficiarios de las riquezas que produce el Estado los peledeístas, sobre todo los asalariados del gobierno, le tributaron un ruidoso aplauso.

Quedamos sorprendidos; el charlista recibió un fuerte aplauso de los militantes con sueldo de un gobierno que da origen a la charla y a las duras expresiones de Matías Bosch Carcuro. Las “desigualdades sociales, la corrupción, la inmoralidad y demás desviaciones” son males que 22 años de gobierno de Joaquín Balaguer, 12 años de gobierno perredeísta y 13 años, 1 mes y 19 días de gobierno leonelista (al 4 de octubre del 2013, día de la importante charla) no han podido superar, por lo que son los responsables absolutos de esas verdades que surgen de “La Revolución Inconclusa”.

“Administrar políticamente ese orden social” fueron las palabras de Matías Bosch al señalar los verdaderos responsables de la desgracia dominicana, de la que el PLD es cómplice de primera magnitud. Los motivos y las razones para “una sociedad criminal” no escaparon de sus palabras, que salían de su boca como latigazos para los que validan el cuatrerismo como forma de vida en la República Dominicana.

¡Los peledeístas que cobran del gobierno que administra el Estado dominicano aplaudieron cerradamente las denuncias hechas por el conferencista sobre el nivel de culpabilidad que tienen en la criminalización de la sociedad! ¿Puede alguien entender semejante inconducta? “Toda la culpa recae sobre la clase dominante”, fueron siempre las palabras de Matías Bosch, utilizadas de forma insistente, y que se diluyeron en esas "privilegiadas mentes del peledeísmo servil", que crea el escenario político para que la oligarquía corra por sus fueros.

Es lógico, al llegar aquí, preguntarse cómo Evo Morales, Luis Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, Rafael Correa, Cristina Fernández, Daniel Ortega, José Mujica y Hugo Chávez rompieron con la clase oligárquica dominante en Bolivia, Brasil, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Uruguay y Venezuela. ¿Son diferentes los ciudadanos y las ciudadanas de otros países? ¿Por qué Leonel Fernández y Danilo Medina no han podido romper con la oligarquía dominicana?

El disertador expresó que la situación de la República Dominicana es una sin solución, y que de haber una visible sería la de la integración del pueblo a la lucha… “Juan Bosch sabía que tenía que contar con el pueblo… por eso fundó el PLD”. Al pronunciar estas palabras la sala irrumpió en aplausos, sin que ninguno de esos parásitos a sueldo se percatara del verdadero contenido de lo pronunciado por Matías Bosch.

“Las desigualdades sociales, la corrupción, la inmoralidad y demás desviaciones por las que atraviesa la sociedad dominicana” se dan bajo los gobiernos del PLD. El charlista denunció la descomposición de la sociedad dominicana y planteó “La Revolución Inconclusa” como explicación a los males del presente, responsabilizando a los que han vandalizado el Estado, moral y materialmente, sin importar consecuencias. Increíblemente, los presentes no comprendieron que el partido (PLD) y su liderazgo (Leonel Fernández), aunque no exclusivamente, eran los aludidos y verdaderos responsables.

El señor Bosch Carcuro es un brillante joven dominicano -nieto de Juan Bosch, comprometido con las mejores causas del pueblo de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Fernández Domínguez, Caamaño y su propio abuelo (Juan Bosch)- por quien sentimos simpatías; hemos interactuado en escritos, respaldando cada uno la posición del otro, y lo que más deseamos es su distanciamiento de esa entelequia política llamada Partido de la Liberación Dominicana.

Juan Bosch, su abuelo, fundó los que hoy son los dos partidos mayoritarios en la República Dominicana: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el PLD; y ninguno de los dos sirve, en la actualidad, para propiciar avances significativos que puedan producir cambios estructurales en la sociedad. Ambos son partidos integrados por dominicanos, y los dominicanos deben estar bajo estricta supervisión, normas y procesos disciplinarios, que existieron en el PLD mientras él fue su líder, pero que desaparecieron cuando se encumbró el creador del "Nuevo Camino". Queremos alertarle que bajo ninguna circunstancia debe proyectar carrera política, si está dentro de sus planes, al lado de esa agrupación, que ha gobernado para enriquecer a sus acólitos y favorecer a esa clase dominante a la que alude con mucha propiedad.

Recomendamos al señor Bosch que, cuando vuelva a disertar en la República Dominicana o en cualquier otro lugar del mundo donde se concentren dominicanos, la charla no sea exclusiva para los que trabajan en el gobierno, tal y como sucedió en esta ocasión. Debe rodearse de ese pueblo a quien le señala el mayor de los protagonismos a la hora de realizar verdaderos cambios en la sociedad. La política, como la concibió su abuelo, se basa en la verdad, en la sinceridad... en verle la cara al pueblo.

La revolución está en proceso en América Latina en lugares en los que la oligarquía ha sido desplazada como clase gobernante: Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela... Ojalá el Sr. Bosch haya palpado la dictadura con respaldo popular que Hugo Chávez implementó en Venezuela, convirtiéndose en el Lenin de la "Tesis de la Dictadura con Respaldo Popular" que su abuelo escribió por aquellos años que formaron verdaderos seres humanos, desde París y Zadar (capital de Francia y ciudad de la antigua Yugoslavia), y que publicó como artículos en la revista ¡Ahora! entre los meses de agosto y diciembre de 1969.

Hacemos público este escrito porque los dominicanos deben conocer cómo los peledeístas realizan sus actividades: puramente elitistas; pero no elitismo de caché sino, elitismo de lambonería.

Ing. Nemen Hazim
San Juan, Puerto Rico
9 de octubre de 2013