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Descanse en paz, Negro Veras

¿Por qué resulta tan difícil morir con dignidad? Ramón Antonio Veras (Negro) ha decidido terminar como lo hacen los hombres que han recorrido, casi toda la vida, cargando un fardo que le apesta: el pundonoroso peso de la integridad y el decoro... ¡Qué pena! En el fondo; muy en el fondo, y desgraciadamente, muy desgraciadamente, debe existir la clásica deuda que nunca llegaremos a conocer... Que descanse en paz

Hemos quedado anonadados ante las expresiones de Ramón Antonio (Negro) Veras; habíamos visto algunas reacciones pero sin la oportunidad, como ahora la tenemos, de examinarlas.

Cuando analizamos la posición de Euclides Gutiérrez Félix, en 2007, mientras se debatía la reelección de Leonel Fernández, supimos que República Dominicana se había convertido en un teatro... en terreno fértil para la simulación y el engaño.

El doctor Gutiérrez Félix dijo que nunca escuchó al profesor Juan Bosch "hablar en contra de la reelección de Fidel Castro en Cuba, de Ho Chi Minh en Vietnam, del mariscal Tito en Yugoslavia y del general Franco en España". Le respondimos, entre otras cosas, que "Bosch nunca habló en contra de la reelección de personas que llegaron a ser jefes de Estado por medio de revoluciones y guerrillas". ¿Por qué debía hablar en contra de la reelección de figuras que nunca fueron elegidas en procesos deliberantes? Se reelige quien ha sido electo, escogido, seleccionado bajo el escrutinio de los votos, no quien ha alcanzado el poder a sangre, sudor y lágrimas...

Cuando los más "fieles y competentes" seguidores de Juan Bosch, política e ideológicamente, se expresaron como lo hicieron, para justificar la reelección de Leonel Fernández, comprendimos que en República Dominicana no íbamos a encontrar, en la vida pública, un solo hombre íntegro, fiel a sus postulados de vida, que transitara incólume hasta el último día de su existencia.

Lo que acaba de hacer Negro Veras ratifica la apreciación que comenzamos a formarnos en 1998, a los dos años del PLD estar en el poder, y que cobró vida, en 2007, con los desmanes de gente que incluso llegó a santificarse sobre sus postulados anticorrupción.

Llegará el momento en que ni siquiera tendremos Padres de la Patria, y parece que no está muy lejos: Roberto Cassá, director del Archivo General de la Nación (AGN), acaba de expresar esta preciosidad: «La verdadera independencia de la República Dominicana fue la Restauración; la ruptura con Haití, en 1844, fue un hecho sencillo, casi espontáneo para las élites dirigentes que esperaron a que se produjeran las circunstancias que hicieron factible ese hecho y se hizo muy tranquila... La Restauración, en 1865, se dio frente a la “madre patria”, España, contra la cual los dominicanos tenían una añoranza porque los procesos de la nación habían sido irregulares y complejos, además de que se creía que los tiempos de la dominación de los españoles eran mejores» (Interprete el lector como pueda; nosotros no pudimos con tanto adocenamiento... con tanto disparate).

Debatir a estas alturas, aún tenga cierta lógica lo que quiere expresar el Sr. Cassá con el delirio que articuló (la Restauración podría ser considerada la verdadera independencia de República Dominicana, pero... ¿cuándo acabaremos? ¿Qué vendrá después? ¿Llegará el momento en el que maduremos como sociedad y no fastidiemos más con los "pareceres" que surjan de cada mente ociosa?), nos mueve a pensar que por generaciones estaremos deliberando temas que, por su importancia y gravitación histórica, deben ser considerados superados.

Ramón Antonio Veras (Negro) ha decidido terminar como lo hacen los hombres que han recorrido, casi toda la vida, cargando un fardo que le apesta: el pundonoroso peso de la integridad y el decoro... ¡Qué pena! En el fondo; muy en el fondo, y desgraciadamente, muy desgraciadamente, debe existir la clásica deuda que nunca llegaremos a conocer... Que descanse en paz.

Ing. Nemen Hazim Bassa
San Juan, Puerto Rico
4 de junio de 2017